San Andrés de Teixido, un lugar mágico

TEXTO: LUCÍA CASANOVA / FOTOS: BORJA CALVO

Dicen que a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo. Si esto es así, Galicia10 ya ha cumplido con el santo que más peregrinos recibe de Galicia tras Santiago.

Situado en plena Serra da Capelada a tan solo unos 12 kilómetros de Cedeira, una de las capitales del percebe gallego, San Andrés de Teixido es un lugar tan recomendable por su misterio y halo de leyenda como por sus hermosas e impresionantes vistas. Es, en definitiva, un lugar mágico.

Aunque la tradición de recibir romeros es muy antigua, su origen no está muy claro. Hay dos versiones diferentes: una dice que San Andrés llegó a estas tierras en una barca y que ésta, tras naufragar, se convirtió en piedra, dando lugar a la barca de San Andrés, que se puede ver en las inmediaciones. La otra, dice que San Andrés estaba en estas tierras muy solo y se lamentaba de que nadie fuese a verlo, al contrario que a Santiago.

Las dos versiones concluyen de forma similar al serle concedido el regalo de que todo el mundo, vivo o muerto, peregrinaría, al menos una vez, a este paraje. De ahí viene el dicho vai de morto quen non foi de vivo y de ahí también otras tradiciones, como el respeto a serpientes, lagartijas y otros pequeños animales, que, se cree, son las almas de los que no peregrinaron en vida. O la costumbre de los romeros de depositar una piedra en los numerosos milladoiros. Se dice que el día del juicio final se contarán las piedras y se comprobará quién ha ido y quién no.

Junto a estas tradiciones que mezclan leyenda y religión, se encuentra el maravilloso entorno en el que se ubica San Andrés de Teixido. En plena Serra da Capelada, a 140 metros sobre el nivel del mar y formando parte de una serie de acantilados, entre los que podemos visitar Herbeira, que con sus 613 metros es el más elevado de la Europa continental.

Una vez en San Andrés, no debemos perdernos su hermoso santuario. Aunque tiene su origen en un monasterio del siglo XII, la capilla mayor es de 1789. Se trata de un templo gótico de tipología marinera. Es muy agradable dar un pequeño paseo entre las casas y descubrir pequeñas tiendas de artesanía en las que se venden recuerdos de la visita. Entre los más famosos, la herba de namorar, que soluciona los problemas de amores y que crece en la zona; y los sanandresiños, figuras de pan de vivos colores cuyas distintas formas tienen diferentes significados.

• La flor: nos acompaña en el amor.
• La mano: pide por el buen hacer en los estudios.
• La sardina: para que nunca falte el alimento.
• La barca: para que los viajes lleguen a buen fin.
• La escalera: para mejorar en el trabajo y negocios.
• El San Andrés: por la buena salud y amistad.
• La corona: de San Andrés.
• La paloma: símbolo de la paz

Muy cerca del templo, bajando por unas empinadas escaleras, se llega a la fuente de los tres caños o fuente del santo. Dicen que hay que pedir un deseo al santo, beber agua de la fuente y echar una miga de pan, si flota significa que el deseo se hará realidad.

Al visitar este lugar, considerada la Meca gallega y el segundo lugar con más afluencia de peregrinos tras Santiago de Compostela, es imprescindible acercarse a la Garita de Herbeira, un mirador que nos regala unas impresionantes vistas de estos acantilados que maravillan por su belleza. En el caso de ir en julio, se celebra el Curro da Capelada o rapa das bestas de la zona. De hecho, de camino a San Andrés es muy habitual cruzarse con caballos sueltos por los prados.

Sin duda, la visita a San Andrés, sea por motivos religiosos o no, es una escapada que nadie debería perderse. Nos dejará un recuerdo imborrable.