PACIO DE DONAS.
ALBARIÑO FERMENTADO EN BARRICA, 2013.
Creada en 2012, es en noviembre de 2013 cuando AtriumVitis se presenta en sociedad con lo que en aquel momento sería el primer albariño fermentado en barrica elaborado en la Ribeira Sacra. Nacía así Pacio de Donas, un prometedor proyecto encerrado en poco más de cinco mil botellas, fruto del ojo avezado y buen oficio de Ana Gadín y Javier Mendoza, que supieron encontrar y optimizar el potencial que las particularidades de sus viñedos asentados en la subzona Quiroga-Bibei ofrecían para la elaboración de su peculiar vino.
Los buenos resultados obtenidos con su primera cosecha respaldan la buena labor realizada. El prometedor 2012 ha sabido expresarse y responder sobradamente a las expectativas siendo recogido el testigo por un 2013 más maduro, más asentado, en definitiva, más adulto.
En un primer momento atrae nuestra atención su incipiente turbidez, consciente por la ausencia de filtrado, tras la que persiste una indiscutible juventud velada, asomando un vino entero, franco, nada castigado. La vivacidad de los matices tropicales, el frescor de las frutas de hueso, unido en perfecta armonía y equilibrada proporción a la calidez de los elegantes torrefactados y los delicados recuerdos de frutos secos y cueros de naranja, delatan la premeditada complicidad del albariño y la treixadura en un abrazo de veteranas maderas, a todas luces bien tratadas, de indiscutible presencia, pero para nada excesivas. En boca se aventura frutoso, generoso en recuerdos del varietal, sabroso, afinado por los apuntes terciarios. El resultado es un trago equilibrado, redondo, largo.
Versátil en la mesa, dará sobradamente la talla como acompañamiento ideal en elaboraciones de la cocina tradicional gallega como la lamprea ahumada rellena sobre tosta de pan de Cea, un arroz meloso de pasas, setas y queso de tetilla o el capón de Villalba con ciruelas y castañas.
Alberto Román García Cancio.
Maestro y pedagogo de formación, aunque hostelero de corazón, comienza su andadura profesional en el año 99, junto a su socio y amigo, con la puesta en marcha de dos proyectos: el Café-Pub Cortello y la Taberna El Cabás, ambos en Ribadeo (Lugo) y al frente de los cuales siguen en la actualidad.
Orgulloso de su vocación, eminentemente autodidacta, complementa y enriquece su profesión con actividades formativas de diversa índole en el ámbito de la sumillería. Miembro del Club de Cata Vitislucus, profundiza en el campo del análisis sensorial vinculado a la Asociación de Sumilleres de Galicia “Gallaecia” de la que fue, durante cuatro años, miembro de su Junta Directiva.